Hace unos días me topé con una de esas fotografías que hacen que te detengas un poco más de lo normal a observarlas. Quizá porque te parecen interesantes o simplemente porque tienen algo, un no sé qué, que te deja prendado. La curiosidad me llevó a buscar en Internet información sobre la capacidad del hombre para superarse y encontrar la manera de seguir fomentando la cultura aún en momentos difíciles en los que la gente tenía cosas más importantes en las que pensar, como llevarse un trozo de pan a la boca.
La fotografía -que me parece preciosa-, era esta:
No pude encontrar mucha más información así que añadí una entrada en mi página de Facebook en la que instaba a otras personas a ayudarme a investigar qué podía estar haciendo la mujer de la fotografía con una estantería a la espalda cargada de libros. Entre todos conseguimos desvelar parte del misterio. La fotografía se tomó en Ramsgate (Inglaterra) en 1930.

Los críticos siempre están comentando que este país está muy por detrás de los países europeos, en lo que respecta a la obtención de libros de las bibliotecas. Bueno, esta chica emprendedora en Ramsgate resuelve el problema acarreando sus libros en un estante atado a la espalda y recorriendo las calles de puerta en puerta. La gente puede pedir prestados sus libros por una semana al precio de dos peniques .

WALKING LIBRARY PRETTY GIRL MAKES GOOD LIVING Has the walking library called yet? became a familiar question in Ramsgate, and it brought money to a pretty young local girl. When she lost her job in a bookshop she founded an opposition lending library, and made a good living. She became a walking library, carrying all the latent books round with her on a bookshelf harnessed to her back. Brainwaves like these have brought success to many other young women. For in stance another girl, tired of unemployment, screwed castors onto an old towel rack, bought A FEW DOZEN TIES wholesale, and sold them for less than the local clothiers. She could afford to do so because her business had no overhead charges. But a too soft heart ruined another girl’s chances of building up a nice little business. She started a walking pet shop. She nailed three small baskets to a walking stick and put a kitten in each of them. Plenty of customers thronged round her ‘shop.’ but she didn’t like the looks of them, and refused to sell the kittens to people who might not have treated them well!
Mientras curioseaba por la Red en busca de información, he ido recopilado una serie de fotografías sobre librerías ambulantes en la Segunda Guerra Mundial y de otras épocas de la historia, que me parecen una maravilla y me gustaría compartir con vosotros.

Pila de libros donados a la Biblioteca Pública de Nueva York. 1910.

Federico García Lorca
Me despido con una frase de un libro publicado por primera vez en 1917. Su autor fue Christopher Morley y el título de la obra era «Parnassus on wheels», traducida posteriormente al español como «La librería ambulante«. Creo que refleja perfectamente el espíritu de superación de una época en la que la gente estaba necesitada de estímulos como la lectura para vivir otras vidas que les hicieran olvidar, aunque sólo fuera por unos momentos, su difícil existencia:
“Cuando le vendes un libro a alguien no solamente le estás vendiendo doce onzas de papel, tinta y pegamento. Le estás vendiendo una vida totalmente nueva”.